Hola!
De nuevo se ha notado lo dejado que tengo mi blog, pero he tenido unos meses muy ocupado por asuntos laborales, que hoy en día es una fortuna y también por mi dedicación al deporte.
Pero ya estamos en la segunda quincena de julio que se deja sentir en muchos aspectos, donde percibimos el verano en plenitud. La temperatura sube, los días se prolongan y la disminución de la actividad también es notable porque son ya muchas personas que gozan de algunos días de vacaciones y descanso.
El running tampoco se escapa de este mes del este verano que estamos viviendo. Julio y agosto son los meses de “parones” para la competición, por eso prefiero coger unos días de descanso, recuperarme, relajarme y cargando pilas para comenzar con un nuevo ciclo de entrenamientos para la próxima temporada.
Desde el pasado mes de marzo, he participado en distintas pruebas como son aquellas carreras populares organizadas por el Instituto Municipal de Deportes de Sevilla. En este caso la carrera del Distrito Triana-Los Remedios y la carrera del Distrito Sevilla Sur. Ambas pruebas gozarón de un buen ambiente celebrado sobre un trazado de 10.000 metros.
La última que participé fue en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira para correr en la nocturna sobre una distancia de 8.500 metros. También pude compartir con muchísimos corredores que daban esa nota de buen ambiente a la carrera unida a la dureza de esta prueba por las sinuosas calles de esta población. Entramos en julio y es cuando decido parar. Me he tomado algunos días de descanso seguidos.
Una vez reanudado los entrenamientos he empezado a realizar sesiones muy suave, casi sin reloj, sin pretensiones, disfrutando del paisaje, de las calles donde suelo pasar en otras ocasiones y que debido a la entrega y la intensidad con la que he pasado, no me deja ver algunos detalles de las mismas. Por eso es el momento de ir otras sensaciones con la carrera a pie. Por otra parte, intento combinar con la bicicleta.
Es momento de ponerme el culot, maillot y casco y salir a rodar algunos kilómetros. También me lo tomo de forma muy flexible. Si tengo ganas de apretar pues aprieto y si no, pues ruedo disfrutando del momento.
Pero lo que más ganas tengo y es lo que quiero hacer este verano es pisar la montaña, para hacer una ruta de treking. Esta vez tengo pensado hacer algo por algunas de las sierras que tenemos en Andalucía. El treking me proporciona sensaciones inigualables con otras. Desde subir, subir, subir y subir por caminos y por rocas para hacer cumbre; bajar lo que se ha subido; hasta detenerse y contemplar el paisaje que te rodea, dejando que el silencio de la naturaleza invada el oído, roto únicamente por el sonido de un pajarillo o de un cercano río o un arroyo. Descubrir olores de plantas y flores, saborear un buen bocadillo sentado en una roca.
Todo esto es en definitiva lo deseo para este verano y lo que me recarga las pilas para un purísimo invierno.
Hagáis lo que hagáis, os deseo que descanséis, que desconectéis, que también recarguéis las pilas para un el próximo año y pronto, muy pronto vuelvo a escribir.
El running tampoco se escapa de este mes del este verano que estamos viviendo. Julio y agosto son los meses de “parones” para la competición, por eso prefiero coger unos días de descanso, recuperarme, relajarme y cargando pilas para comenzar con un nuevo ciclo de entrenamientos para la próxima temporada.
Desde el pasado mes de marzo, he participado en distintas pruebas como son aquellas carreras populares organizadas por el Instituto Municipal de Deportes de Sevilla. En este caso la carrera del Distrito Triana-Los Remedios y la carrera del Distrito Sevilla Sur. Ambas pruebas gozarón de un buen ambiente celebrado sobre un trazado de 10.000 metros.
La última que participé fue en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira para correr en la nocturna sobre una distancia de 8.500 metros. También pude compartir con muchísimos corredores que daban esa nota de buen ambiente a la carrera unida a la dureza de esta prueba por las sinuosas calles de esta población. Entramos en julio y es cuando decido parar. Me he tomado algunos días de descanso seguidos.
Una vez reanudado los entrenamientos he empezado a realizar sesiones muy suave, casi sin reloj, sin pretensiones, disfrutando del paisaje, de las calles donde suelo pasar en otras ocasiones y que debido a la entrega y la intensidad con la que he pasado, no me deja ver algunos detalles de las mismas. Por eso es el momento de ir otras sensaciones con la carrera a pie. Por otra parte, intento combinar con la bicicleta.
Es momento de ponerme el culot, maillot y casco y salir a rodar algunos kilómetros. También me lo tomo de forma muy flexible. Si tengo ganas de apretar pues aprieto y si no, pues ruedo disfrutando del momento.
Pero lo que más ganas tengo y es lo que quiero hacer este verano es pisar la montaña, para hacer una ruta de treking. Esta vez tengo pensado hacer algo por algunas de las sierras que tenemos en Andalucía. El treking me proporciona sensaciones inigualables con otras. Desde subir, subir, subir y subir por caminos y por rocas para hacer cumbre; bajar lo que se ha subido; hasta detenerse y contemplar el paisaje que te rodea, dejando que el silencio de la naturaleza invada el oído, roto únicamente por el sonido de un pajarillo o de un cercano río o un arroyo. Descubrir olores de plantas y flores, saborear un buen bocadillo sentado en una roca.
Todo esto es en definitiva lo deseo para este verano y lo que me recarga las pilas para un purísimo invierno.
Hagáis lo que hagáis, os deseo que descanséis, que desconectéis, que también recarguéis las pilas para un el próximo año y pronto, muy pronto vuelvo a escribir.
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